Corteza

Corteza que pesa, 
te me enredas temblorosa entre los brazos 
y luego el alba me sorprende encadenado a tu regazo. 

Te me entierras profundo en mis poros y yo, 
que hiervo, me estremezco frente a tus ojos de piel amarrada a la dulzura, de historias atadas a mi estatura. 

Corteza de hiedra, te me adentras en el bosque de mis celos y derrepente me despojas de los miedos. 
Recorro tu dermis vegetal y descanso mis raices en tu espalda de piel amarrada a la dulzura, de historia atadas a mi locura.

1 comentario:

ENDER AGUSTIN dijo...

Este de verdad que está bueno...el tono lo uso también en mis poemas; la escritura es un trabajo arduo, de sentaderas, de borrones y de rabias infinitas...sólo así lograremos voz propia; mientras, seremos seres reproductores de las ideas ya muertas..